INTRODUCCIÓN
Es posible que desde el primer
contacto de un ser humano con otro semejante se haya producido una relación de
dominación, también es cierto que la forma de dominación más antigua es la de género,
más las relaciones de poder se reconfiguran constantemente, pues su razón de
ser radica en la funcionalidad dentro de un determinado sistema. Los sistemas
sociales también se complejizan y con ellos requieren nuevas y más productivas
relaciones de poder.
Por ello que existe una relación
de poder que ha ayudado a crear todo el sistema mundo moderno, una capaz de
introducir en su lógica a todo pueblo, lengua y fe. Es la relación producida
por la categoría de raza. Una categoría que permite la introducción de todo el
mundo en una cosmovisión hegemónica, la de los dominantes. Bajo esta premisa,
los blancos.
En las siguientes líneas nos
introduciremos en la ontología racial de la configuración del sistema mundo
moderno, tomando en cuenta su naturaleza económica sobre la humana. Y veremos también
cómo este orbita gravitacionalmente sobre dicha categoría mental, como las
diversas convulsiones sociales y revoluciones dedicadas a la eliminación de los
antagonismos producidos por las relaciones basadas en la misma no varían esa
realidad subyacente. Y, el papel de las ciencias sociales en los cambios de
naturaleza cosmética que se han dado,
como los cambios de discursos o los mecanismos de explotación, en este caso
haremos especial hincapié en la creación de los valores nacionalistas como
sustentadores de los antagonismos internos y la creación del consenso social
que mantiene a los socialmente oprimidos convencidos de su deber social con la
patria de ofrendar la vida, para que los opresores sigan en el poder, viviendo
del control de las relaciones de poder internos.
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